21 ago 2020

¿Alguien vive?

Ni siquiera recuerdo si algún día regresé por aquí para decir adiós, o por lo menos un hasta luego. Ni siquiera recuerdo si de vez en cuando me asomé por alguna esquina de este paraíso para saludar al viento. He tenido este rincón tan olvidado que me da vergüenza regresar aquí y ver las cenizas que quedaron de todo lo que fue. 

Recuerdo que dejé de actualizarlo por muchos motivos, entre ellos, la interfaz de Blogger me daba mucho dolor de cabeza y publicar un post con una estructura que no se saliera del encuadre se convertía en toda una tortura que no valía la pena sufrir. 

Muy de vez en cuando extraño muchísimo escribir por aquí. Teclear sin parar aquello que tanto me emocionaba, brindar en silencio por todo eso que me hacía sentir viva. Este blog era una válvula de escape ante los dolores del mundo. Me gustaba y me divertía; me apasionaba. A veces extraño aquellos días, aquella pasión desmedida por actualizar sin recato; editar el texto, planear un post; meditarlo. A veces desearía regresar el tiempo y robarme aquel entusiasmo. 

Recuerdo que era divertido mantener este lugar cuando escribía para mí misma, sin pensar demasiado en quién más podría leerlo y qué pensaría el resto de lo que yo decía. Después sentí una necesidad absurda de idear post que pudieran gustar a los demás, como si este diario virtual aspirara a ser el reflejo de otros y no el mío. No era esa la intención. Nunca lo fue. Y sin embargo, duré mucho tiempo, frustrandome por conseguirlo.

Tampoco es que que alguna vez en la vida haya tenido una meta clara y un propósito específico. Lo mío jamás ha sido mirar las cosas a largo plazo (la miopía no me lo permite 😅). De hecho, estoy tecleando esto sin saber a ciencia cierta el por qué. A partir de aquí no sé qué seguirá pero quiero intentarlo; quiero ver hasta qué punto puedo llegar sin exigirme demasiado. 

Si alguien aun vive, bienvenido de nuevo al desierto eterno. 💓