Imagen tomada en Escuinapa de Hidalgo.
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Vías profundas y eternas que se pierden en el infinito. Vías que conectan ciudades y atraviesan poblados inimaginables; que unen cerros y montañas y se pierden entres selvas y valles que se extienden por kilómetros enteros. Vías y trenes que agonizan ante el inminente progreso de otros medios. Que sucumben y se derrapan ante lo añejo de sus materiales y lo poco de su mantenimiento. Pero aun hoy, en pleno siglo XXI sus vagones se niegan a abandonarlas a la intemperie entre tanto progreso y melancolía. Una vez al día el tren las visita. A veces dos. Y hacen rugir sus motores para que toda la ciudad escuche los lamentos perdidos de trenes fantasmas que se deslizan en vías que parecen muertas desde hace mucho pero que siempre han estado allí, dispuestas a conectar aquello que parece imposible. Allí entre semáforos que derrochan mohosidad y oxidados por el paso de tiempo. Carriles y rieles que en otros tiempos transportaron lo mismo a campesinos como a revolucionarios que soñaban con libertades y democracias verdaderas.
Aun siguen allí. Todos ellos. Todos sus vagones, todas sus vías. Todos sus vivos y todos nuestros muertos. Aun de vez en cuando recuerdo aquellas eternas tardes que mi papá nos llevaba a contemplar trenes que se perdían en el horizonte, en estas mismas vías, con estos mismos sueños. Hoy en la actualidad escucho los lamentos de sus motores a lo lejos, antes del amanecer y aquellos recuerdos de mi infancia vuelven, tan mágicos y eternos, tan presentes y tan perfectos.
:S Trenes... Vías... Mi peor pesadilla...
ResponderEliminarLindisimo tu post, me gusto mucho, pero yo odio el tren y sus vías... Oigo, veo y odio más de 10 veces al día el tren.
Atras de la casa de mi mamá, pasan unas vías, y pasa seguidisimo el tren. Es cierto que por alguno lugares el tren ya casi es de antaño, pero en mi casa no...:S
Por cierto, desde cuando estoy que voy a subir una foto donde se vea el tren y todos los inmigrantes que viajan de contrabando en él.
Saludos Linda, espero estes bien!
Jajajaja, sabes... supongo que para los que el tren es una rutina realmente es estresante y para nada atractivo. A mi los trenes me recuerdan a mi infancia.
ResponderEliminarEs un pensamiento muy romantico supongo. Si el tren pasara por el patio de mi casa (como sucede con algunas familias de mi pueblo) realmente seguro que estaría harta.
¡¡UN SALUDO!!
Recordar es vivir, y al leer tu artículo, me transportó a mi niñez. Quizás algún día puede que se repita la historia y seamos nosotros los olvidados como simples máquinas, viejas e inservibles.
ResponderEliminarY cuando nos llegue la muerte literal, serán nuestros escritos quienes nos mantengan vivos en la memoria de nuestros lectores.
Linda,tu artículo es magnifico.
jajaja, no se preocupen. No hay ningún problema, ademas yo feliz de la vida!
ResponderEliminarUN SALUDO A LOS DOS *-*