7 feb 2013

Pedro se fue y Chocorrol se murió...

Bubulubu.
Pedro se fue tal y como llegó un día: sin avisar el muy canijo. Entró y salió por la puerta grande sin pensarlo dos veces. Maldita seas tú y todas las mascotas llamadas Pedro. No se fue muy lejos, eh; si te quedas callado unos segundos cada tres horas le puedes oir cantar con esa misma jodida vocecilla molesta que me despertaba dos veces cada madrugada. Aun así, con toda su traición y su negación antes del amanecer, lo extrañaré; era mi mascota y la quería. 

No hubo muros más vergonzosos en el mundo que los que se alzaron entre Pedro y yo. Nunca nos entendimos. Umi, mi perrita, es transparente, con una sola mirada puedes saber sus sueños y sus pecados junto con todas sus intenciones. Maru me lo dice todo con maullidos. Cuando maúlla diciendo "agua" es porque quiere agua o comida. Cuando maulla diciendo "Mu(r)u" está asustado o adolorido... o probablemente quiere que lo cargue para llevarlo a Narnia. Pero el kikiriki de Pedro seguramente no lo entendía ni su madre; nunca supe lo que quería, nunca quiso que lo entendiera. Y tampoco es que haya querido entenderlo. 

Pedro siempre vivirá en mi corazón, lo juro, por mucho que a él le pese.

Ahora, cada vez que Maru va a las ruinas de enseguida mira el árbol de mango y pierde sus ojos en aquellas lejanas ramas desde las que Pedro reinó durante un efímero momento. Maru sonríe tal y como lo hacen todos los gatos, moviendo la cola en señal de victoria; orgulloso de haber ganado una guerra por un territorio que nunca declaró. No tienes vergüenza, Maru. Ni tú ni ningún gato. Al final ustedes gobernarán el mundo. Lo veo venir desde lejos. 

"Bubulubu" en el centro, "Panquecito" a la derecha.
A la izquierda está el cuerpecito de "Chocorrol".
Dejando a Pedro a un lado... Ahora murió "Chocorrol", uno de los gatitos que viven por la calle donde yo trabajo. Lo vi sanito por última vez el miércoles comiendo de una bolsa verde llena de basura en el lote baldío que hay detrás del negocio. Hoy lo encontré debajo de un carro, en la tierra mojada y llena de piedras, pensé que estaba muerto pero en cuanto le toqué la cabecita abrió sus ojitos y me dedicó la mirada más triste que te pueda devolver un felino moribundo. No se quejó, sólo me miró con la poca vida que le quedaba en esos destellos dorados. Lo saqué de ahí porque ningún gatito merece morir en la tierra y solito. Cuando lo saqué "Bubulubu", su eterno compañero de juegos, y "Panquecito", el perrito al que suelo llevarle comida desde hace un par de semanas, se acercaron a mi para ver qué le pasaba a "Chocorrol". Lo puse sobre el pasto tal y donde lo conocí hace meses cuando apenas era un bebé y cuando estuve a punto de irme se empezó a convulsionar y no lo pude dejar. Me quedé con él hasta que murió, un par de segundos después y se lo entregué a "Bubulubo" y a "Panquecito" para que se despidieran... Pero ellos no entienden el concepto de la muerte ¿saben? ellos sólo saben que algo no está bien pero no saben cómo arreglarlo, aunque lo intentan a su manera. "Bubulubo" le presionaba el pecho mientras "Panquecito" lloraba despacito por su amigo muerto. "Lo envenenaron" me dijo una vecina "porque se metía a perseguir las gallinas de la casa verdecita". Malditos sea todos los asesinos del mundo. Ellos y todos sus venenos. 

"Panquecito" comiendo pollito con croquetas. :)
Siempre pasé de largo cuando veía a "Chocorrol", "Bubulubu" y "Panquecito", una manada muy peculiar, pero siempre me quedé con la idea de que sería bueno tomarles una fotografía para enseñarle a todos lo especial que eran. Hoy no atreví a acercarme para tomar esa foto al lado del cuerpo de "Chocorrol" porque no tuve el coraje ni las fuerzas para hacerlo. Era mucho el dolor. 

Después de ver "La vida de Pi" y "Bestias del sur salvaje" (estupendas películas las dos) ver morir a "Chocorrol" sólo fue una última puñalada a mi corazón lastimado, de verdad lo digo... :(

Pero la vida sigue ¿no? A ver qué película me pongo ahora para sacar tanta tristeza. :')

2 comentarios:

  1. Mujer me hiciste llorar...es una pena y puedo entender tus sentimientos, tienes una manera muy especial de escribir y nunca me canso de decírtelo, cuídate mucho.

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    1. ¡Gracias por tu comentario! Y perdón por hacerte llorar. :( A mi también se me salieron las lágrimas cuando lo escribí. Es verdad que uno no aprecia lo que tiene hasta que lo pierde. Extrañaré a este gatito y eso que sólo lo veía a lo lejos, acostado bajo los arboles o jugando con su pequeña manada. :(((

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