Me cuesta creer que exista el amor eterno. Que detrás de la rutina que se enmarca en los meses y los años se puedan seguir sosteniendo los pilares del cariño y la comprensión. Quizá se dan excepciones, como en este caso. Quizá no siempre el odio y el rencor se embarquen en un navío en el que nunca fueron bienvenidos o creer, por momentos, que el amor naufragó en una isla maldita de donde ya no pudo escapar.
Hay veces que pienso que un día todo se derrumbará, que la cúpula invisible que un querubín ciego creó sobre ésta unión pronto podría desaparecer y quedaríamos vulnerables ante una realidad más cruda que el desamor. Un castillo de arena es hermoso pero su belleza no lo protege del bravo oleaje que golpea la costa y termina por desaparecer lo efímero de su belleza ante los ojos de su creador y con él quizá también muere un poco la esperanza de volver a empezar tratando de no cometer el mismo error.
Alguien dijo por allí que el amor eterno sólo existe por momentos, que allí está la clave para poder encontrar la felicidad. Yo no sé si existe esa clase de amor pero sé que existen matrimonios que duran 26 años. Yo, que lo he visto, te lo puedo decir.
Quizá los jóvenes de la fotografía han cambiado un poco, los años se han encargado de demostrarles que el tiempo pasa factura y que la vida no es tan fácil como aquellos días de bachillerato y paseos en el malecón de una vieja ciudad algún fin de semana. Los noviembres han pasado y con ellos llegaron también las responsabilidades de algo más grande que su propia existencia. Comprendieron que en el camino hay gente que se equivoca. Aprendieron de los errores de sus padres, tomaron las cosas buenas, desecharon las malas y siguieron caminando hacia un futuro incierto pero esperanzador.
Desde un punto de vista optimista la vida ha sido generosa con ellos. Aun guardan con cariño las cartas que se escribían en aquellas tardes de juventud, las fotografías y canciones dedicadas, las postales que, silenciosas, se esconden en viejos sobres polvorientos. Hay cariño en aquellas sinceras palabras, el sublime sentimiento del amor que convierte a cualquiera en un poeta, en un Romeo recitando versos a una Julieta en un balcón invisible en una Verona mexicana.
Quiero pensar que el amor que se tenían aquellos jóvenes aun existe hoy, que sobrevive a pesar de las dificultades y los obstáculos que se encuentran en el camino. Quiero creer que las situaciones difíciles los fortaleces en lugar de debilitarlos, que pueden decir “si podemos con este problemas podremos superar el siguiente que venga”. Me gustaría pensar que existirán muchos otoños después de este en el que habrá un matrimonio que celebrar. Que las grietas que existen hoy en el camino mañana estarán reparadas y que podrán andar sin problema alguno, que podrán mirar atrás y sentirse orgullosos del camino recorrido, de los logros y fracasos.
Por lo pronto, vamos a mirar con buena cara a la adversidad, a pintarle soluciones fáciles a las situaciones complicadas. A mirar con calma los problemas, pensar que las cosas en el futuro tienen que ir mejor, que 26 27 años de matrimonio respaldan hoy lo que muchos se niegan a creer: que el amor eterno existe, aunque sólo exista por momentos.
“Hay muchas cosas en las que pensar pero nada por lo qué preocuparse”
Video: "Remember When"
Guerita:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu Blog y tambien por acordarte de esos 27 años de matrimonio, del cual nos has acompañado en este barco desde hace 22 años.
Comparto tus ideas..tus pensamientos...tu escrito...el amor..no puede ser pasajero,mas bien eterno!! Ese es el amor al que todos aspiramos...Que lindo...me reconozco ser una embajadora del amor!! Que tiempos aquellos!! Toda una vida construida,en los pilares del amor...una vida que me imagino no fue facil!!!.Que hermoso tiene que ser para tus padres,sentarse por las tardes a recordar aquellos tiempos..que ni ellos mismos han podido darse cuenta como han pasado los años,porque para ellos parece que todo hubiese sido,ayer!!!y mas lindo aun es ver que tu...su hija...los veas aun con ese amor y es mas eres una consecuencia de dicho amor..Un abrazo a la distancia para ti y tus padres...no necesito conocerlos en persona para desearlo.Ahora entiendo,a esta maravilla de mujer ,eres,la imagen de tus padres!!
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias, Andrea! Siempre he reconocido que he tenido una vida afortunada, y eso lo puedo decir simplemente por tener a los padres que tengo. Por ellos entiendo que el amor eterno puede existir y que se basa en muchísimo respeto y comprensión. Y muchas gracias también por tus palabras. Eres muy gentil y amable. ¡UN SALUDO!
EliminarPor cierto, tuve que activar la moderación de comentarios porque me había llegado mucho correo spam (¿en ruso?) en publicaciones pasadas así que he decidido primero aprobar los comentarios para que sean publicados en lugar de estar borrando cada uno de esas publicaciones que no lo son. Perdón por los inconvenientes :)
Que lindo regalo para tus padres!!! Concuerdo con tus palabras,el amor no puede ser como un pasajero,que viene y se va!!el amor es eterno!!!,y te confieso,soy una embajadora del amor.Me imagino a tus padres sentados en una tarde,recordando aquellos tiempos,con altos y bajos...que para ellos parece que todo hubiese sido ayer...ahora entiendo a esta gran mujer...porque es lo que eres!!,eres la consecuencia de un gran amor...la imagen de tus padres.Un abrazo para ti,y tu hermosa familia!!! Te felicito!!!
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