Misty: 10 años de vida...

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A Misty le sobran fuerzas y le falta un poco de salud. Quizá la edad le ha pasado factura y apenas quedan pedazos de la juventud que un día albergó dentro de ella. Ya hace muchos noviembres que la compramos. Ya desde hace años a caminado a mi lado como mi sombra más fiel. No puedo pedirle nada más a una mascota que ya me dio toda su existencia. No puedo exigirle algo después de todo lo que me ha regalado sin siquiera pedirlo.

Misty es el ejemplo de las promesas cumplidas y sueños que perduran.

A Misty le sobran las ganas. Aun se pasea por la casa con el cansancio eterno que lleva en sus gastadas patas, aun devora su plato de comida como si fuera la última cena de su vida. Aun menea la cola cuando nos ve llegar y rasguña la puerta trasera en la madrugada para querer entrar. Aun tiene vista para poder contemplar la lluvia que ocasionalmente cae en la ciudad, aun se hipnotiza ante aquel espectáculo. Aun le sobran los ladridos que les regala a cada extraño que pasa por la banqueta de la casa y persigue a las patinetas como si fueran su peor enemigo.

A Misty le sobra memoria. Aun pretende dormir en el pesebre que ponemos en Navidad como lo hacía cuando era pequeña. Aun sueña con trepar sillas y brincar escalones como si los achaques de las caderas no le pasaran factura, y es capaz de robarte un dulce en el menor descuido. Aun hoy reconoce el camino que lleva a la casa de la abuela y retiene en su memoria que un día se llamó “Bolita”.

A Misty le sobran las ganas de vivir y a mí me gustaría detener el tiempo, hacer que los días no pasen para ella, que sólo pasen para mí. Volver al pasado, revivir lo vivido, grabar en mi memoria cada una de sus travesuras y sus caprichos. Retener en la mente todo aquello que hemos vivido con ella, sus aventuras, sus tristezas y preocupaciones. Porque Misty es tan pequeña que abarca demasiado dentro de ella.

Me gustaría estar en Escuinapa para celebrar su aniversario de vida. Estar allá y ver en su vejez toda la sabiduría que puede albergar dentro de ella.

Quisiera estar allá para agradecerle eternamente por 10 maravillosos años de historia compartida, risas, lealtad a toda prueba y cordialidad en este complicado e incomprensible planeta.

¡Felicidades Misty!