Mira
Dante, Dan Brown escribió una biografía sobre ti —le digo a mi laptop mientras
le enseño una copia de Inferno, su última novela—. Seguramente narra tu
aventura por los círculos del averno, esos lugares de los que nunca has salido
ni pretendes salir. Mi laptop, como gentilísima respuesta, se apaga en menos de
cinco minutos para evitar otra calcinación espontanea frente a mis ojos; entonces
maldigo al calor, al verano, a Brown, a Alighieri y a la madre que los parió a
todos.
Lo
cierto es que el último libro de Dan Brown no habla precisamente de Dante,
Virgilio y su paso errante por el divino infierno. Habla de bioterrorismo, de
plagas que extinguen humanidades y países europeos bonitos, como Italia. Ésta vez
no se trata de Jesucristo, ni de la Iglesia Católica, ni del CERN, ni de los
Illuminati, ni de los masones ni ninguna otra sociedad secreta que se les venga
en mente y aun así huele a lo mismo.
Los
libros de Brown tienen el mismo sabor y se digieren en el mismo tiempo, en dos o
tres días cuando mucho, aunque tengan más de 500 páginas y cerca de 100
capítulos. Es fast food —comida corrida—, no necesariamente ligera pero tampoco
vulgarmente pesada. (Esperen, ¿estoy comparando un libro con comida? Hay algo
grave aquí). Conozco a varios lectores que se quejan de esto, pero yo nunca le
he visto lo malo. A veces se les olvida que Dan Brown no escribe obras maestras
de la literatura, escribe bestseller; escribe para las masas. Sus libros son de
lectura fácil, escrito con palitos y bolitas, siguiendo una misma estructura
narrativa con los mismos elementos claves: un profesor de simbología, una mujer
que aparece fugazmente en su vida, una carrera contra el tiempo (casi siempre
son 24 horas) y un inminente cataclismo mundial. Me
gustan sus libros porque son fáciles de leer. Es una lectura que
la puedes masticar y escupir en ese mismo instante sin que si quiera te cansen
los ojos. No se necesita que pongas más de dos neuronas en coordinación para
entender lo que el hombre te está diciendo porque él mismo se encarga de
explicártelo con muchísima imaginación. Brown no es el rey del género thriller;
está lejísimos de serlo. De hecho, ni siquiera creo que esté entre el top ten
internacional. No es un crack de la literatura, pero tampoco es un escritor
mediocre. Es más, acérquense a mi librero para mostrarles un par de ejemplares
de escritores que de verdad les harían derramar lágrimas de sangre y no precisamente por su talento.
Hace
tres días terminé Inferno. Pero por lo pronto no leeré nada en los próximos días, deseo hacer
otras cosas, entre ellas ver el primer capítulo del anime Silver Spoon
(¡se estrenó el jueves!). Por otro lado, me apetece editar y
acomodar de una vez por toda la sección de fanfiction de este blog y de pilón
escribir otro par de fics que de verdad quiero crear... Y el calor sigue y no
se va, y probablemente no se irá. Así que ya les contaré en una semana cómo
terminan mis dramas cotidianos, eh. :)
Ese Dan Brown es como Tom Clancy con sus novelas de super espías y equipos élite anti-terroristas, haz de cuenta el libro vaquero para los gringos, nomás que sin dibujitos
ResponderEliminarYo lo último que leí de Dan Brown fue "La Conspiración", que trata sobre un meteorito enterrado cerca del Polo Norte
saludos
¡Hola! Un saludo de regreso. :D
ResponderEliminarLas novelas de Brown son bastante ligeras, a decir verdad. Independientemente si tienen 300 páginas ó 500. Maneja una prosa sencilla y lineal. De él sólo he leído los libros donde aparece Robert Langdon. No he tenido la oportunidad de leer Fortaleza Digital ni La Conspiración y dudo que lo haga a corto plazo. Personalmente no pienso gastarme cerca de $400 en uno de estos libros; por suerte todos los que tengo han sido regalos, éste último fue de cumpleaños. :D
Me entretienen mucho, eso sí, aunque admito que he leído novelas mucho mas elaboradas que las de él. :)
¡OTRO SALUDO DE REGRESO! ^_^